Un año después
llegué a cabo Sounión
no era la misma
que había visitado Delfos
Crucé mareas
afectos
profundidades
que me rompen entera
del dolor del otro
Conozco a Poseidón
que en mí siempre es madre
y padre
Habla
de amores
posibles
de dolores
reales
y de amor piadoso
infinito
que se derrama
sin control
ni bordes
ni fronteras
De corazones
atravesados por siete puñales
que iluminan la galaxia
de la que maman
niños y animales
y dijo
(mientas el Sol
se hundía en el crepúsculo del mar)
"La divinidad es tuya
no te arrodilles
no esperes consejo
ponete de pie"
Y me levanté
sonriendo
como el Sol
y supe
que era cierto, que nada
jamás
puede derrumbarme.
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